11.01.2010
John Mekas: La Observación
Fata Morgana, película con poco mas de una hora de duración, consiste básicamente en un fondo musical muy curioso y una narrativa que aun con sonido es un poco ilógica.
A primer instancia me enfoque en ubicar una película que fuera de mi agrado, corta y la cual no tuviera una narrativa tan compleja, así que pensé en este documental.
Asemeje por algunas razones esta película de Werner Herzog con la idea de experimentar el ver una película sin sonido, teniendo en cuenta la idea de la Fata Morgana, creí que seria bueno experimentar el punto de conciencia al que se puede llegar al ver una película sin sonido.
Me dije en un principio, la música me la invento en la cabeza y la narrativa mejor ni pensar en una, solo dejarme llevar por esas imágenes alucinantes como si vinieran de otro mundo, cosa que así lo parece, desconocidas y extrañas.
Al inicio no fue cosa difícil, de hecho ni me preocupaba que no hubiera sonido, pero es ahí cuando me di cuenta de lo grave y la falta que hace el sonido, había llegado el punto en que ya ni siquiera miraba la película, solo la tenia frente a mis ojos, la veía, pero no sabia lo que pasaba, caí en una distracción tan profunda que al ver el tiempo ya habían pasado aproximadamente 23 min., recuerdo que lo siguiente que vi, fue un grupo de niños en el desierto, de inmediato comencé a pensar en la guerra, otra vez me había distraído, en mi mente vagaban soldados y tanques militares que destruían lo poco que había del desierto, las imágenes que veía rápidamente las asociaba con algo y así mi mente se olvidaba de la película.
Fue una experiencia difícil de soportar ya que a pesar de que no era algo difícil termino por ser algo un poco molesto, el estar intentando concentrarse consistía en pensar que me tenia que concentrar y así un ciclo del cual se originaban mas distracciones.
Pensando mas sobre el silencio en las películas, recordé los momentos en que uno analiza una película, en una primera vuelta veo la película y en la segunda veo como esta hecha, es en esta segunda vuelta donde me concentro por lo que quiero encontrar de esa película y en especifico de una escena, mi mente entra en un estado en el cual el sonido, el tiempo y todo desaparece, un momento en el cual mi mente esta en algo, en el interés que tengo por ese algo de esa escena o momento en especifico.
Creo que los casos en los que me eh dedicado ha analizar películas han sido los momentos en que en realidad he experimentando de una manera agradable el ver una película "sin sonido", este ejercicio es una variable del aprendizaje, al igual que seria el verla con sonido. El quitar elementos ya sean visuales, auditivos o narrativos, hacen que automáticamente los remplacemos por otros, para así, compensar una idea de la otra y darle una lectura cuando menos diferente, pero que nos sea de provecho.
Así, llego a la conclusión de que la imagen sin sonido es más simbólica, sin embargo, al carecer del sonido, carece de elementos de referencia, guiando al espectador a la distracción, lo cual termina en una incoherencia sobre las ideas y la narrativa de la película.